Mantén tus ojos en la luz

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me consuelan.
Salmo 23:4 (NVI)
Una fuente común de estrés es la pérdida. Puedes perder tu trabajo, salud, dinero, tu reputación o a un ser querido. Y cuando agregas todos los otros desafíos que tienes en la vida, simplemente amplificas el estrés.
Hay dos reacciones comunes ante la pérdida. Uno es el miedo, y el otro es el dolor.
El dolor es bueno. El duelo es la forma en que superamos las transiciones de la vida. De hecho, si no te afliges, ¡te quedas atascado! El duelo no te destrozará si lo dejas salir.
El miedo, por otro lado, puede ser algo malo. Ni una sola vez en la Biblia dice: "No te entristezcas", "No te aflijas", "No llores" o "No gimas". Pero sí dice: “No temas”. ¡Y lo dice unas 365 veces! El dolor no nos paraliza, pero el miedo sí.
En el Salmo 23:4, David dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me consuelan” (NVI).
David sabía que los pastores siempre llevaban una vara y un bastón para proteger a sus ovejas. Y sabía que Dios tenía el poder para protegerlo. Entonces David confió en Dios, incluso en los valles más oscuros..Si estás pasando por un valle oscuro y estás bajo mucho estrés, puedes elegir confiar en Dios. Él es fiel incluso en las sombras, donde las cosas pueden no tener sentido y donde puede parecer un largo, muy largo camino en el valle.
Pero aquí están las buenas noticias para recordar acerca de las sombras grandes y aterradoras. No se puede tener una sombra sin luz. Si ves una sombra, eso significa que hay una luz brillando cerca.
Cuando vas por el valle de la sombra, la clave es darle la espalda a la sombra y mirar la luz. Porque mientras mantengas tus ojos en la Luz—Jesús, la Luz del Mundo—la sombra no te asustará.
Al igual que David, confía en Dios en los valles oscuros y ora: “Cuando estoy abrumado, solo tú sabes hacia dónde debo dirigirme” (Salmo 142:3 NTV).
REFLEXIONA
¿A qué sombras te has enfrentado recientemente? ¿Por qué son tan intimidantes para ti?
¿Por qué crees que el miedo estresa a las personas?
¿Cómo puede ayudarte a enfrentar tus miedos memorizar las Escrituras?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

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