Ajenos y distantes

 Tomado de: Entre café y libros

Por María Lozano

Este amor es una revelación cada día, ni el sopor podrá derribarme, este amor eterno de alas de hierro que vuela tus cielos verá siempre la pista de aterrizaje, triunfante por tu mutualidad, por aceptarme, por coincidir contigo, feliz de ser correspondido. Evitaré llevar cualquier sobretodo para que veas mi pecho hinchado y el latir de mi corazón por ti. A decir verdad, un prodigio, un hecho extraordinario que tú provocas.. Me muestro estricto a tus leyes, te esperé siempre, eres mi salvamento, llevaré puesto una escafandra hasta no verte de frente. Como aquella vez primera que te vi, en fotografía, llevabas puesta una blusa azul turquesa que hacía resaltar más tus ojos, esa blusa de vivos en blanco y figuras de triángulos semejando las pirámides egipcias, con flores en las puntas, dejaba al descubierto tus hombros. Esa instantánea hizo que recuperara mi identidad perdida, en esta vida demasiado ancha y demasiado sola. Tu aparición en mi vida es un alivio que siempre esperé y que nada ni nadie antes me daba consuelo, por primera vez en mucho tiempo vuelvo a sonreír. Mi vida es placentera a tu lado, mi corazón vuelve a su sitio, a su ritmo y a su color...
Guillermo Rosales Medellín.
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