Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Hay de miradas a miradas.Miradas perdidas.
Miradas penetrantes.
Miradas tiernas..Miradas lascivas.
Todas ellas sugerentes.
Pero cuando sentí la tuya, mi cuerpo cambió de temperatura, se erizó y sudó.
Tus ojos aceitunados me atrajeron y me enamoraron.
Hay de miradas a miradas y la tuya me mató.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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