Tomado de: Alfonso De Caro
Por María lozano
Esta es la oración al Dios de mi vida:que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe. (Salmo 42:8) ¡Nuestro Dios es maravilloso! Él está siempre a nuestro lado sea de día o de noche, sean días buenos o días malos. Dios desea que lo invitemos a hacer su morada en nuestro corazón. Invítalo, búscalo y lo hallarás. Que ese sea tu primer pensamiento del día y tu último deseo durante la noche: sentir la presencia de Dios. La presencia del Señor nos tranquiliza el espíritu y nos ayuda a estar llenos de confianza durante todo el día. Por la noche, su presencia nos calma y nos trae paz dándonos un descanso sereno. ¡Con Dios, todo el día es bueno para aprender y crecer! Todo el día con Dios






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