Tomado de: Devocionales
Por María Lozano
En estos días estamos tan llenos de nosotros mismos, que casi no nos damos cuenta de ello, y lo que necesitamos con urgencia es ser llenos con Cristo. A menudo es aún difícil de discernir que tan diferentes son nuestros caminos de los Suyos porque, sin importar la clase de hogar en que hayamos crecido, Cristianos o no Cristianos, y debido al pecado que mora en nosotros ya que crecimos en una cultura donde la iglesia forma parte, hemos adquirido hábitos, comportamientos, patrones de pensamiento, y argumentos de fuentes diferentes a Jesucristo, y aún muchas veces sin siquiera saberlo.
Este era el objetivo de Pablo: "Porque para mí el vivir es Cristo" (Filipenses 1:21). Pablo no siempre vivió para Cristo. Él sólo comenzó a hacerlo cuando Jesús lo confrontó en el camino a Damasco y lo convenció de su pecado, y cuando por gracia fue llevado a ver a Jesús por lo que Él era (Hechos 9: 1-19). Haga de Jesús su oración y clame a Él. Pídale a Jesús la capacidad para buscarlo primero a El como lo ordenó en Mateo 6: 25-33."Jesús, Yo te necesito." Yo no puedo vivir mi vida sin ti.Jesús, tú no eres sólo una idea, una lista de qué hacer y qué no hacer, una doctrina, o un motivo. ¡Te necesito y me haces falta! Quiero conocerte tan bien que te conozca mejor que a nadie — mi familia, mis amigos, mi mejor amigo — hasta a mi mismo. Quiero que estés conmigo aquí mismo, ahora mismo. Anhelo poder sentarme a tu lado, pasar el tiempo en su presencia, y hacerte las preguntas que llenan mi mente y mi corazón. Quiero poder correr hacia ti, descansar mi cabeza en tu hombro, derramar mi corazón a ti y tener tus brazos alrededor de mí y que me digas la verdad — incluso la dura verdad. Necesito tu ayuda, tu gracia, tu misericordia. Yo no puedo hacer mi vida solo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario