Objetos Perdidos

 Tomado de: Nuestro Pan Diario

Por María Lozano


En el transcurso de los numerosos años que he trabajado con jóvenes adictos a las drogas, nunca me había dado por vencida con ninguno de ellos….hasta que conocí a Samuel. Tenía problemas especiales y era extremadamente rebelde. Sin darme cuenta, empecé a alejarme de él. Entonces, el Señor me alertó respecto a mi actitud equivocada.

 Estaba pasando la noche en casa de unos amigos cuando perdí un anillo que estimo mucho. Lo busqué frenéticamente. Incluso desarmé la cama y la volví a armar, pero no lo encontré. Por último, pensé: Estoy preocupándome mucho por ésta  búsqueda. Voy a recurrir a Dios y a su Palabra. 

Me arrodillé junto a la cama y abrí mi Biblia en Lucas 15. Empecé a leer sobre la mujer que buscó diligentemente su moneda perdida. Cuando pensé en la parábola, me pareció que Dios estaba diciéndome .”Has hecho un gran esfuerzo para buscar tu anillo perdido. ¿Estás dispuesta a trabajar así para buscar a Samuel y ayudarlo?”. Con los ojos cerrados, contesté fervientemente:” Sí, Señor, estoy dispuesta”.
Cuando abrí los ojos descubrí mi anillo sobre la cama. Cerca de mi Biblia. ¡Qué alegría que me dio! No obstante, meses después, los ángeles y yo nos regocijamos aún más por Samuel, que finalmente entregó su vida a Cristo.
Pregúntate lo siguiente: ¿Soy tan diligente para buscar personas perdidas como para encontrar cosas que se me perdieron?.
Como fuimos encontradas, nuestra misión es buscar a los perdidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

El peso del rencor

 Tomado de: Alfonso De Caro Por María Lozano Érase una vez una hormiga que iba canturreando cargada con un enorme fruto silvestre cuando un ...