Tomado de: El Poder De Orar
Por María Lozano
Al oír esto, uno de los invitados le dijo a Jesús:
—¡La bendición más grande será participar en la gran fiesta del reino de Dios!Jesús le respondió:
—En cierta ocasión, un hombre organizó una gran cena e invitó a mucha gente. Cuando llegó la hora, envió a su sirviente para que llamara a los invitados y les dijera: “Vengan, ya todo está listo.”
»Pero cada uno de los invitados dio una excusa, y rechazó la invitación. Uno dijo: “Dile a tu amo que por favor me disculpe, pues acabo de comprar un terreno y necesito ir a verlo.”
»Otro dijo: “Le ruego que me disculpe, pues hoy compré cinco yuntas de bueyes y tengo que probarlas.”
»Otro más dijo: “Acabo de casarme; dile que no puedo ir.”
»El sirviente regresó y le contó a su amo todo esto. El amo se enojó mucho y le dijo: “Ve enseguida a las calles y callejones de la ciudad, y trae a cenar a los pobres, a los tullidos, a los ciegos y a los cojos.”
»Cuando el sirviente regresó, le dijo: “Señor, ya hice lo que usted me mandó, pero todavía queda lugar en la casa.”
»El amo le ordenó: “Ve por las calles y callejones, y obliga a la gente a entrar. Quiero que mi casa se llene. Pero ninguno de los que invité la primera vez probará un bocado de mi cena.”» Lucas 14:15-24 Amén. #Shalom
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