Tomado de: Nuestro Pan Diario
Por María Lozano
Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable, para con todos, apto para enseñar, sufrido. ( 2: Timoteo 2:24).
En nuestra lectura bíblica para hoy, vemos que los seguidores de Cristo pueden ser tolerantes con personas de diversas religiones, sin transigir en sus convicciones cristianas.Cuando el apóstol Pablo fue a Atenas, se sintió perturbado por la idolatría que vio allí. Sin embargo, se dirigió con respeto a su pagano auditorio e, incluso, confirmó las palabras de algunos de sus poetas (Hechos 17: 28). No censuró a sus oyentes ni criticó sus creencias, sino que empezó declarando verdades que a ellos no los ofendieran. Habló de la grandeza de Dios como nuestro Creador (vv. 24-25). Dijo que el Señor está participando activamente en la humanidad, de modo que la gente lo busque y lo encuentre (vv 26-28). Pablo no transigió sobre la verdad. Mostró la locura que es adorar a los ídolos y declaró valientemente que Dios mandó a todo el mundo en todas partes a arrepentirse. Además, dijo que el Señor había designado un Hombre para juzgar al mundo y que lo demostró levantándolo de entre los muertos (v 29-31) .
En una sociedad globalizada, entraremos en contacto con más y ´más personas de diferentes creencias y prácticas religiosas. Nuestro testimonio será más eficaz cuando evitemos las riñas y las discusiones, y comuniquemos nuestra fe con respeto, amabilidad y bondad. El Espíritu Santo dará convicción y luz espiritual cuando la gente vea que practicamos en nuestra vida la verdad que proclamamos.
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