Tomado de: Nuestro Pan Diario
Por María lozano
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. (1 Corintios 10:24)
Egoísmo viene de muchas formas, y somos propensos a aplicarlo. Recordé esto mientras conducía por una carretera. Mi esposa y yo esperábamos llegar a casa temprano esa noche, pero una congestión de tránsito nos retrasó durante casi dos horas.Aunque mi esposa mencionó que tal vez había ocurrido un accidente grave, le di poca importancia y seguí quejándome del retraso. Pero, cuando el tránsito empezó a moverse, vimos autos destrozados junto al camino. De pronto, sentí un gran peso en mi conciencia. “Perdóname , Señor, oré- y ayuda, por favor, a las víctimas y a sus familias.La Biblia da muchos ejemplos de actitudes egoístas. Jonás se enojó porque un gusano le destrozó una calabacera que lo protegía con su sombra del candente sol (Jonás 4: 9). Sin embargo, no le importó que se destruyeran a muchos hombres, mujeres y niños en Nínive.
En Marcos 10: 37, leemos que dos discípulos pidieron egoistamente posiciones de poder en el futuro reino de Cristo. Además, en la primera carta de Pablo a los corintios , vemos muchos ejemplos de conducta egoísta (1: 10; 3: 3; 5:1; 6:-8;11: 21).
Dios nos llama a buscar el bien de los demás antes que procurar satisfacer nuestros deseos egoístas. ( 1 Corintios 10:24). ¡Perdónanos, Señor y ayúdanos a hacer exactamente esto¡
La esencia de nuestro problema es nuestro ego.
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