Tomado de: Devocionales
Por María Lozano
Pedir es lo primero que hace un niño cuando empieza a hablar. Los bebés, en cambio, piden llorando porque no pueden hablar. Para comer, para ir al baño, para que lo asistan un bebé llora y los padres asisten. En definitiva, lo primero que hacemos al nacer es pedir de acuerdo a nuestra necesidad. Cuando el niño comienza a hablar, comienza a pedir verbalmente. Así somos nosotros los cristianos en el primer nivel espiritual de la oración. Lo primero que hacemos cuando nos convertimos y conocemos a Jesús es pedirle todo lo que nos falta. “Señor te pido por mi familia, te pido por mi economía, te pido por mi trabajo, mis exámenes, mis metas, mi casa”. No está mal pedir, Dios quiere que le pidamos cosas. En Mateo 7:7 lo deja claro, debemos pedir. Pero no debemos de estancarnos en este nivel de oración, porque Dios desea tener una verdadera relación con cada uno de sus hijos. Lo aliento a que le pida a Dios porque Él puede y quiere suplir sus necesidades.A medida que el niño va creciendo sigue necesitando ayuda de sus padres, pero ahora esas necesidades pasan a segundo plano y la relación de padres e hijos se vuelve prioridad. Le animo a que usted pueda seguir creciendo y formar una relación con su Padre celestial.
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