Tomado de: El Poder de Orar
Por María Lozano
Muéstrame, oh Jehová, tus caminos, enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación” Sal. 25:4-5
En nuestra relación con el Eterno, es muy importante confesar que nuestro entendimiento es muy limitado . Cuando hemos malinterpretado el mapa de Su palabra y hemos perdido el camino, tenemos que rogarle que nos enseñe otra vez. A menudo estamos afligidos porque hemos errado. No importa cuanta preparación del mundo hayamos conseguido o hecho nuestra, porque el camino de Dios va en dirección opuesta y tenemos que esperar ser instruidos por Él constantemente . Requiere mucho tiempo, pero vale la pena porque es vital. El Señor es tan bueno que nos quiere enseñar. Este Salmo nos informa que enseña a : los pecadores, los mansos, los que guardan su pacto y testimonios, los que le temen. Asi que levantemos nuestras almas en oración rogando por la dirección y protección divina. Seamos obedientes a esa dirección divina que tan claramente se nos enseña en la Biblia y evitemos que el enemigo se alegre.Confiemos y seamos fieles al Dios de nuestra salvación. Amén.
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