VERDADERA NAVIDAD

Tomado de Reflexiones para el Alma por María Lozano Desde hace más de 2000 años, el 25 de diciembre, la mayor parte de la humanidad celebra mi cumpleaños. Normalmente hacen una gran fiesta en mi honor y supongo que este año sucederá lo mismo. Es bueno saber que al menos un día al año algunas personas se acuerden de mí. Cuando comenzaron a celebrar mi cumpleaños, era para agradecerme por todo lo que había Hecho por ellos, pero ahora muy pocos saben por qué y para qué se reúnen. Recuerdo que en una de estas fiestas, había un cartel, que decía: “Bienvenidos hoy celebramos el cumpleaños de Jesús”. La decoración era muy hermosa, la mesa estaba llena de comida deliciosa y sobre todo, había un montón de cajas llenas de regalos. Me sentí muy feliz y pensé lo bien que iba a pasar esa noche, hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una fiesta en mi honor, como esta. Comenzaron a llegar los primeros invitados conversaban animadamente, pero noté algo raro. En ninguna de las conversaciones hablaban de mí, nadie me nombró en ningún momento. De pronto todos se sentaron a la mesa y comenzaron a comer, sin darse cuenta de que no había ninguna silla para mí y ni siquiera dijeron: “Feliz Cumple”. Así fueron pasando las horas mientras yo contemplaba la situación desde un rincón. Pero pensé que quizás alguno de estos regalos podría ser para mí, por eso decidí quedarme y esperar. Antes de media noche, llegó un anciano vestido de rojo con barbas muy blancas y todos los niños corrieron hacia él gritando ¡Papá Noel!, parecía que el hombre era el encargado de repartir los regalos. En ese preciso instante sonaron las campanadas que anunciaban la media noche y todos se besaban y abrazaban sin anoticiarse de mi presencia. Como estaban repartiendo los regalos, me acerqué a ver si alguien me daba el mío, pero no, nadie me dio nada. Comprendí entonces que yo no tenía nada que hacer en esa fiesta y salí de ese lugar con una gran tristeza en mi corazón. ¿Te preguntarás, por qué te cuento todo esto? Como casi nadie me invita, quiero decirte que voy a hacer mi propia fiesta. Será una fiesta fantástica, maravillosa, como jamás nadie se ha imaginado. Ahora mismo estoy haciendo los últimos arreglos y enviando las invitaciones. Espero que ya hayas recibido la tuya, de hecho, constantemente te estoy invitando. Si quieres estar en mi fiesta, tendrás que decírmelo para que pueda reservarte un lugar y escribir tu nombre en mi lista. Porque aquellos que no respondan a mi invitación no podrán asistir. ¡Cuánto deseo verte en mi fiesta! Quisiera que esta Navidad me permitas entrar en tu corazón, que reconozcas que hace más de 2000 años vine a este mundo para dar mi vida por ti en la cruz y de esta forma salvarte. Sólo quiero que tú creas esto y respondas a mi invitación. “Por cierto, prepárate, porque cuando todo esté listo para la fiesta, te llevaré allí de sorpresa” ¡¡Feliz Navidad!! Jesús

1 comentario:

  1. Que hermoso, casi nadie le da sentido a el verdadero significado de la Navidad, pues para muchos es triste y es cuando debiera ser hermoso pues nace el Hijo del Dios y en nuestros corazones y en nuestras vidas tambien, diario tenemos la oportunidad de asistir a su fiesta y esta nunca acabara, alla solo habra alegria y felicidad, pero hay que ganarse una invitacion pues El las reparte gratuitamente solo es cuestion de decir SI QUIERO ASISTIR, ojala reflexionemos no solo en estas fechas sino siempre y que la fiesta que hagamos la compartamos con EL MEJOR FESTEJADO, FELICIDADES MI NIÑO JESUS***

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