Tomado de: El Poder de Orar
Por María Lozano
David tenía éxito porque el SEÑOR estaba con él." 1Samuel 18:14
Cuando leemos la historia de David, pensamos que era un gran hombre, pues derrotó al gigante Goliat y libro grandes batallas, pero debemos enfocarnos en lo que el Eterno hizo para que esto sucediera. Sabemos que la grandeza de el Eterno es indescriptible. David no fue un guerrero poderoso por su fuerza física, el lo era por la fuerza y el poder de el Eterno. Así que, en vez de pensar, “Oh, cómo me gustaría tener la fuerza y valentía de David”, debemos pensar, “Quiero conocer y confiar en el Señor así como David conocía y confiaba en el Eterno"
“…el Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.” (2 Cron. 15:2)....
Lo que el Eterno nos está diciendo aquí es tan sencillo: “¡Toma tiempo para conocer a mi hijo! Escudriña mi palabra y búscame en tu habitación secreta de oración. Entonces, mientras habitas en mi presencia, tus ojos comenzarán abrirse a mi gloria. Todo está revelado en Cristo. Él es la revelación plena de mi amor, gracia, misericordia y bondad.
Amado, deja de buscar una señal. Deja de esperar que alguna fuerza sacuda el edificio de tu iglesia, o que algún predicador te imponga las manos y solucione todos tus problemas. ¡Busca al Señor a solas! Su palabra lo dice claro – o disfrutarás de su continua presencia o la menospreciarás: “Porque los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a aquellos cuyo corazón es completamente suyo…” 2Cronicas 16:9.
“…el Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con él….” (2 Crónicas 15:2). En resumen, este verso nos dice, “Busca al Señor con todo tu corazón, y él vendrá a ti con su presencia. ¡Ciertamente, su presencia será un poder todopoderoso que emanará de tu vida!”
Vemos a David como un gran guerrero, y él sí que lo fue. Pero hay UNO que es mucho mas poderoso, aquel cuyo poder obra en los mas débiles, aquel que en medio de la batalla traerá victoria y Gloria. ¡Míralo a El!
Búscale con todo tu corazón y desea su presencia diariamente en tu vida. ¡Entonces conocerás y experimentarás la increíble gloria de el Señor!. Amén.