Tomado de: Hostilio Macias
Por María Lozano
Como el sol, que a una dulce rosacon su destello la cubre y acaricia,
como la lluvia, que a la árida tierra
la baña, la reverdece y la revitaliza.
Como la leve brisa, que a las hojas
del árbol con sus vaivenes mece,
como el mar, que en tus noches
sombrías te arrulla, te adormece..Así me siento cuando tú mirada
sigilosa hacia mis ojos se desliza,
e inclino pensando mi cabeza
cómo Dios es capaz de darme
¡tanto regocijo y tanta dicha!.
Si me sonrojo con tan sólo verte...
¡cuándo me beses!, será mi muerte.
Miradas furtivas.
Hostilio Macías
Guayaquil, Ecuador
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