Tomado de:Entre café y libros
Por María Lozano
Sin plantearme el futuro, vivo mi tiempo, desmesurado y prosaico.Leo en voz lenta.
Investigo el origen de ciertas palabras que me imposibilitan, una de ellas, “amor”, ese acto tan efímero como la vida misma.
Me obliga a marcharme a Barcelona, Guadalajara o Santiago.
Sin olvidar llevar los sobres, papel y bolígrafo, para enviar cartas de mis poemas, como es mi costumbre.
Siempre estaré agradecido por esa mano..Poesía, poesía, poesía, qué me diste, qué me hiciste.
Al final del camino, me quedan mis manos y mi cerebro, para subsistir.
En esta vida espartana.
Así me tocó vivir, sin abundancias, sólo lo necesario.
Quizá lenitiva.
Quizá en pesadilla.
O quizá en un sueño.
Sin rumbo ni timón.
En delirante locura feliz.
Y sin aduladores, los cuales detesto.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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