Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Sara en su inocencia fantástica, me contó había tenido un sueño, decía que Chester su mascota, atrapo dos ratas, una rosa y la otra morada y las tragado, justo cuando estaba deglutiéndolas, el cuerpo de Chester cambió de color, una mitad se veía rosa y la otra morada, colores preferido por ella, y ella con fantástica inocencia, me preguntaba si Chester a mí me veía color morado y a ella de color rosa, mi respuesta fue, si tú así lo crees, yo también lo creo así...
Imaginar el mundo como niño es realista porque es fantástico.
Guillermo Rosales Medellín.
Derechos Reservados
2017
Guillermo Rosales Medellín.
Derechos Reservados
2017
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