Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
La mente tiembla cuando a tu voz escucha.Se acerca el alba llena de vacíos.
Vacíos de los que nunca fueron abundancias.
Los besos ausentes te despiertan de ese sueño inacordarle.
Y la distancia asemeja a la luna y al mar.
Ese mar que distancia nuestras bocas volviéndose utopía.
La noche se muestra difícil de poseer.
Calla porque no estás a mi lado..El tiempo se esfuma a otro tiempo sin premura ni esperas.
Despidiéndose de esas noches eternas que hemos vivido.
Lo he convertido en hábito, el buscarte cada mañana.
Y nuevamente te pregunto lo que nunca vas a contestar.
Tu recuerdo eterno es y será eterno.
Es único, es confín que guardas en ese cajón que poco abres.
El día benévolo muestra mi ansiedad de la espera, y mañana será igual esa espera.
Elijo esperarte a que me esperes...
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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