Tomado de: Hostilio Macias -está en Catedral vieja de Cuenca
Por María lozano
Yo ya me despedía.... y palpitantecerca mi labio de tus labios rojos,
“Hasta mañana”, susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.
Salí a la calle alborozadamente
mientras tú te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente..Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
“Perdóneme, señor, esta alegría”.
El primer beso
Amado Nervo
Méxicano
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