Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: HECHOS 6:8-7:56Sin embargo, el Altísimo no habita en casas hechas por manos humanas. Como dice el profeta: «El cielo es mi trono y la tierra estrado de mis pies. ¿Qué casa me construiréis?», dice el Señor. ¿O dónde estará mi lugar de descanso? ¿Acaso no ha hecho mi mano todas estas cosas? Hechos 7:48-50.
El capítulo 7 registra el sermón más largo del libro de los Hechos. Es la brillante defensa de Esteban de sus creencias y, en realidad, un repaso de la historia del pueblo de Israel. Responde a las dos acusaciones contra él y presenta una tercera contra el pueblo.
Aquí, en los versículos 48-50, argumenta que Dios mismo, a través del profeta Isaías, había predicho que el templo no siempre sería un lugar adecuado para adorar a Dios. De hecho, ningún edificio lo será jamás. Dios es más grande que los edificios. Dios es quien creó todas las cosas, quien fabrica el material del que se construye un edificio y quien crea a los hombres que lo construyen. Dios no ha diseñado que sea adorado en un edificio hecho por manos humanas..Es un punto importante que plantea. Siempre me ha perturbado la enseñanza generalizada que un edificio puede llamarse la casa de Dios. Debemos esforzarnos diligentemente para evitar que nuestros maestros digan eso a nuestros hijos. Ningún edificio es la casa de Dios, ni lo ha sido jamás. Ni siquiera el templo, como señala Esteban aquí, fue llamado correctamente la casa de Dios. Cuando una iglesia está llena de personas, que son en realidad la casa de Dios (pues el hombre es la casa en la que Dios quiere morar: tu cuerpo y mi cuerpo), en cierto sentido el edificio es la casa de Dios, porque Dios está ahí en su pueblo. Pero cuando todos se van y se apagan las luces, el edificio ya no es la casa de Dios más que cualquier otro. No es más santo, no es más sagrado. No es más que un edificio, un edificio vacío para ser usado para cualquier propósito útil en el momento. No es la casa de Dios. Tú eres la casa de Dios. Esa es la gran verdad que Esteban intenta transmitir a estas personas.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Padre mío y Señor mío, gracias por haber elegido habitar con tu pueblo y hacer de nosotros la casa de Dios. Te pido que te sientas completamente en mi corazón. Ven Jesús y habitanos. Amén.
Aplicación de vida



Te bendigo en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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