Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
1. Por favor ora conmigo«Señor, gracias porque me has bendecido en Cristo con muchas bendiciones espirituales, dones y habilidades; ayúdame a tomar posesión de lo que es mío por la fe en Jesús, para vivir una vida de sabiduría, humildad, integridad y fidelidad delante de ti. En el nombre de Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?” Josué 18:3.
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” 1 Corintios 1:27-31..3. Reflexiona
A Israel se le dio en propiedad la tierra, antes que tomaran posesión de ella y la disfrutaran; por eso Josué les dice ¿hasta cuándo van a esperar para tomar posesión del territorio que les otorgó el Señor Dios de sus padres?
La actitud de los líderes de las tribus de Israel es desconcertante, ya que por años anduvieron por el desierto para llegar hasta la tierra prometida y, teniéndola ante sus ojos, no entraron a poseerla; hasta que Josué les dice ¿qué es lo que están esperando?
Esto parece semejante a la actitud de aquellos cristianos que ruegan a Dios por soluciones a sus problemas; piden recursos económicos y oportunidades de trabajo, pero cuando tienen los recursos, cuando se les presentan las oportunidades, cuando ven la solución delante de sus ojos, no asumen las responsabilidades y tareas que éstas conllevan y se quedan sin poseer lo que Dios les ha concedido.
Espiritualmente puede pasar lo mismo; cuando conocemos a Jesús, recibimos perdón, justificación, redención, sabiduría, poder, acceso directo a Dios, victoria sobre los poderes demoníacos, autoridad sobre el mal y el don más grandioso que es la presencia del Espíritu Santo; fuera de todo esto, nos pertenecen todas las promesas de Dios en su palabra.
Si vemos bien, es una gran herencia ganada por Cristo en la cruz para nosotros; sin embargo, no siempre tomamos posesión y disfrutamos plenamente de todas estas bendiciones espirituales en nuestras vidas. Olvidamos que “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo ya nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3), y seguimos viviendo como si no tuviéramos nada.
Así como Israel recibió la tierra como un don del Señor, nosotros hemos recibido en Jesús todas las bendiciones espirituales. La pregunta es ¿cuánto tiempo esperaremos hasta que comencemos a tomar posesión de estos dones?
Dios nos escogió para bendecirnos con las bendiciones que no se pueden encontrar más que en el cielo, cosas que están fuera de nuestra capacidad; nos escogió para hacernos mejores, para darnos solo lo que Él puede dar, para manifestar su poder y gloria a través de nuestra vida; nos escogió para que fuéramos santos e irreprensibles para Él, como dice Colosenses 1:21-22 “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él”.
También puede que hayamos entregado nuestra vida a Jesús, pero no le permitimos a Él tomar posesión de todos los aspectos de ella como: las finanzas, trabajo, amigos, matrimonio, familia, vida de oración y demás; ¿qué es lo que estamos entonces esperando?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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