Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Los días se enfrían, los tiempos cambian, no así el rubor en mi rostro.Los besos dados superan a los días olvidados.
La cama sigue tibia, la llama encendida y el amor, aunque es menos, también es eterno.
Lluvia que casi no se ve pero moja, y llena mis recuerdos de gratos recuerdos.
Siempre llega alguien más, siempre..La luna, esta noche, está como aquella noche.
Será que nos veremos, la vida es errancia y se aprende de ella.
Lo cierto es que al mundo le falta romance y donde hayan dos habrá rubor.
Ligeros han de ser mis días, los viviré como si fuera el último.
Guillermo Rosales Medellín.
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