Tomado de: Mario Alonso Puig
Por María Lozano
En el silencio del anochecer, cuando el mundo parece detenerse por un momento y nos preparamos para sumergirnos en el mundo de los sueños, contamos con una oportunidad magnífica para modelar nuestra percepción y fortalecer la memoria emocional. ¿Eres consciente del poder que posees justo antes de cerrar los ojos al final del día?.Por la noche, eliges lo que te construye o te destruye. La metáfora es sencilla: imagina tu mente como un jardín. Cada recuerdo, pensamiento o sentimiento es una semilla. Si al final del día decides plantar semillas positivas, con el tiempo, verás florecer un jardín lleno de vida, colores y aromas embriagadores. Por el contrario, si siembras semillas de negatividad, te enfrentarás a un jardín marchito y sombrío.
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