Tomado de: Poemas y versos de amor
Mario Benedetti
Por María Lozano
En el amor, la victoria no se mide por la conquista, sino por la entrega. No es quien más posee, sino quien más da, quien se alza con la verdadera recompensa. El amor, en su esencia, es un acto de cuidado, de atención, de sacrificio por el bienestar del otro.Es en la entrega constante donde se encuentra la verdadera fuerza del amor. No se trata de un juego de poder, sino de una danza de reciprocidad donde cada uno se entrega con generosidad, sin esperar nada a cambio. Quien cuida, quien se preocupa por el otro, quien busca su felicidad por encima de la propia, es quien realmente comprende el significado del amor.
El amor que cuida no es un amor pasivo, sino un amor activo, que se manifiesta en acciones concretas: en palabras de aliento, en gestos de cariño, en la disposición a escuchar, en la comprensión de las necesidades del otro. Es un amor que se nutre de la empatía, de la sensibilidad, de la capacidad de ponerse en el lugar del otro..En este sentido, el amor que cuida no es un amor egoísta, sino un amor altruista, que busca el bien del otro por encima del propio. Es un amor que se fortalece con el tiempo, que se consolida a través de los desafíos y las dificultades, que se alimenta de la confianza y la seguridad.
En definitiva, quien cuida en el amor, quien se entrega con generosidad, quien busca el bienestar del otro, es quien realmente gana. No se trata de una victoria material, sino de una victoria espiritual, de un amor que se convierte en fuente de paz, de alegría y de felicidad para ambos
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