Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: APOCALIPSIS 2:12-17.Pero tengo unas cuantas cosas contra ti: tienes allí a los que se aferran a la doctrina de Balaam, que enseñó a Balac a seducir a los israelitas a pecar comiendo alimentos sacrificados a los ídolos y cometiendo inmoralidad sexual. Asimismo tienes a los que se aferran a la doctrina de los nicolaítas. ¡Arrepiéntete, pues! De lo contrario, vendré pronto a ti y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que salga vencedor, le daré del maná escondido y le daré una piedrecita blanca con un nombre nuevo escrito en ella, que sólo conoce el que lo recibe. Apocalipsis 2:14-17.
A pesar de sus virtudes, dos errores estaban minando la iglesia de Pérgamo: uno se llama la enseñanza de Balaam. Balaam era un falso profeta que había sido contratado por el rey de Moab para maldecir a Israel, pero cuando trató de hacerlo, Dios no se lo permitió. Así que pagó a hermosas doncellas para que desfilaran ante los jóvenes de Israel, tentándolos a la inmoralidad sexual. Como estas mujeres eran adoradoras de ídolos, por ese medio introdujo la adoración de ídolos en Israel. La contraparte que enfrentamos en nuestros días es la práctica de la pornografía y la fornicación entre los cristianos y la aceptación de parejas que viven juntas fuera del matrimonio..También se dejaron seducir por el error de los nicolaítas. Además de alentar la inmoralidad, al parecer afirmaban tener una relación especial con Dios. Se consideraban beneficiarios de revelaciones que no se habían dado a otros y, por lo tanto, tenían una relación privilegiada con Dios. Presumían de ocupar el lugar del sacerdocio en el judaísmo y llevaron ese error a la iglesia cristiana. Este error se refleja hoy en la supremacía de los pastores que afirman tener relaciones más íntimas con Dios y, por lo tanto, se les considera mejores que el resto del pueblo.
La manera de manejar ambos errores es con una espada de dos filos. Jesús dijo: Arrepiéntanse. De lo contrario, vendré a ustedes y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. La palabra de Dios expone tanto el error de la inmoralidad como el error de la superioridad sacerdotal. La razón por la cual la exposición de las Escrituras es resistida en muchas iglesias es que muchas personas no quieren escuchar este mensaje.
El llamado final de nuestro Señor es para aquellos que presten atención a las advertencias de esta carta. Si se mantienen firmes contra la inmoralidad y el amor al poder religioso, se les dará el maná escondido y una piedrecita blanca con un nombre nuevo escrito en ella, conocido sólo por aquel que lo recibe. Observe que tanto el maná como el nombre nuevo son cosas secretas. Es una imagen de intimidad cercana. El maná era el alimento que Moisés dio a los israelitas en el desierto. Jesús dijo: “ Yo soy el pan bajado del cielo” (Juan 6:41). Él es ese maná escondido. Él es alimento para el espíritu interior, alimento que otros no conocen. Luego, con él, está la piedrecita blanca con un nombre secreto sobre ella. Las piedras blancas se usaban entre los romanos como una señal de favor especial. Un nombre secreto es una señal de intimidad. Si conoces al Señor Jesús, y tu corazón está guardado de las influencias corruptoras del mundo que te rodea, disfrutarás de una intimidad con él en la que la nueva naturaleza que él te ha dado (representada por el nuevo nombre aquí) se vuelve más fuerte y más desarrollada, y entras en una hermosa comunión e intimidad con él.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Gracias Padre mío y Dios mío, por tu misericordia y gracia para conmigo. Gracias por enseñarme tan clara y sencillamente en estas cartas lo que debo afrontar. Ayúdame, Señor, a prestar atención a lo que el Espíritu dice a las iglesias. Gracia mi Señor Jesús. Amén.
Aplicación de vida
¿Estás experimentando la intimidad de la relación con Jesús, mediante la cual te alimentas del maná escondido y te regocijas en el nuevo nombre que Él te ha dado?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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