El amor por su hija

 Tomado de: Angel  Roberto Mappe Ballen

Por Maria Lozano

Sharon Yireth preciosa hija mia, la Bebe de la casa mi hermosa hija menor el amor que te tengo es incondicional. No hay nada que puedas hacer para que te ame más, porque mi amor por ti es completo. Tampoco hay nada que puedas hacer para que te ame menos... no puedo amarte menos, porque te amo sin condiciones, sin exigencias, sin requisitos. Te amo por quién eres, y tu sonrisa en los ojos alegra mi corazón como nada en este mundo.
Cuando ríes, mi alma ríe contigo, y cuando lloras, mi corazón se entristece. En mí, siempre tendrás una aliada. Lo que más deseo en este mundo es que vivas una vida llena de fuerza y felicidad. Que seas responsable de tus propias acciones, que seas honesta.
Recuerda que toda acción tiene sus consecuencias... pero aun así, cuando te equivoques, siempre podrás volver a levantarte y continuar caminando. Fallar no te convierte en “menos”, y continuar y rectificar te convertirá en “grande”..Ama a Dios con todo tu corazón, y Él te guiará por un camino hermoso, de paz y de seguridad. En las tormentas que te traiga la vida, no desesperes. La luz es más fuerte que la oscuridad. No dejes nunca de soñar y de esperar lo mejor. Son los que no esperan nada los que no reciben nada. Sobre todo, vive sabiendo que naciste amada... y que vivirás, siempre, siendo amada.
Hija. Escribirte a ti me es muy fácil, porque mi amor hacia ti es tan grande, que las palabras me fluyen solas, pues tú eres mi niña, esa preciosa niña que de un día para otro se convirtió en una preciosa mujercita, digna, llena de virtudes y bondad. Cuando te miro y sonríes, tus ojitos te delatan: eres una princesa de Dios, una princesa para mí, y una gran mujer para quien tenga la suerte de conocerte.
Mi niña, mi hija, tu y loren son lo más importante en mi vida. No tengo nada que reprocharles, han sido unas hijas ejemplares, el mejor de los regalos que Dios me ha concedido.
No quiero que te vayas de mi lado aún, te puede sonar egoísta, y quizás lo sea un poco… pero es porque siempre te veo reír, hablar y saltar como una mariposa, y me da miedo que la vida te traiga penas. Debo hablarte de esas cosas, de lo que pasa en esta vida que vivimos, para cuando vengan tiempos malos sepas enfrentarlos con la misma serenidad que tienes para los momentos felices.
Mi hijita del alma, me quedan más cartas pendientes para ti, para que las guardes y así, cuando un día cuando papá no pueda estar contigo, te sirvan para vivir mejor. Guarda mis cartas en tu corazón y en aquel cajón donde escondes tus secretos; pero claro, yo no sé de ese lugar… sólo lo imagino. Es sólo que un padre lo sabe todo, aún sin verlo o hablarlo.
Abraza siempre a Dios, ten fe, siempre hay una salida tras un oscuro día. Nunca te olvido mi niña preciosa. Te amo profundamente y eres mi orgullo, nunca lo olvides.
Att: Tu Padre que tanto te Ama...

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