Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
El recuerdo me llegaba débil, como esa última despedida.Y volví a tocar el cielo, lo hice desde que te volví a ver.
Sin nubes, ni estrellas, ni tampoco luna que distrajera la atención hacia ti.
La puerta abriste y se cerró para no salir, para deleitarme de tu presencia y para amarte.
Lo fundamental de la vida eres tú.
Son esos instantes a tu lado.
Esa mirada tuya, tu sonrisa y nuestros besos.
La poesía y tú, son mi bendita soledad.
Nada ni nadie, ni siquiera la muerte me quitará este amor que siento por ti.
Toqué el cielo y lo hice a tu lado, en tu compañía, de tu mano.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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