Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza.(Proverbios 31:30)
Hoy día, la apariencia se ve como algo primordial en la sociedad. Estar bonita y bien arreglada es casi una obligación. Para mantenerse «en la moda» es necesario tener recursos e infelizmente, eso es algo que no todos tienen. Tener una buena apariencia puede ser importante, pero hay un límite: la apariencia es superficial y pasajera.
La belleza estética puede lograrse con recursos y productos, pero la belleza verdadera no se alcanza con dinero. Esa belleza no viene de la hermosura, sino de las buenas acciones. Una mujer temerosa de Dios siempre será elogiada y será una referencia para todos.
El temor del Señor es el principio de la sabiduría (Proverbios 9:10) y una mujer sabia edifica su casa (Proverbios 14:1). Busca atraer los ojos de Dios y sé una referencia suya para los demás.
*Bella a los ojos de Dios.* Recuerda que la belleza es pasajera, pero la sabiduría nos hace todavía más bellos.
Evita usar la belleza como criterio para una amistad o relación. Las apariencias engañan.
Dios nos protege como a la niña de sus ojos. ¡Búscalo!
*Por favor ora conmigo*
Señor mío y Dios mío, muchas gracias por tu amor. Nos sentimos protegidos, seguros y amados en tus manos. Ayúdanos a aprender más de ti y crecer espiritualmente y ser hermoseados por tu palabra. En el nombre de Jesús. Amén
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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