El pequeño tesoro

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

Cierto niño caminaba sin prisa por una polvorienta calle, cuando un ligero brillo metálico llamó su atención, se trataba de una moneda de bajo valor, contento, determinó caminar con la mirada puesta en el suelo. Por cierto, encontró otras monedas de diferente valor, y hasta un desgastado billete de un dólar. En total reunió doce dólares y ochenta y dos cenCierto niño catavos, esa cantidad la conservó como un tesoro porque no le había costado nada, o ¿sí le costó?
Preocupado por incrementar lo que poseía, se perdió la plena belleza de la vida, no volvió a apreciar el esplendor del arco iris, ni las blancas nubes flotando sobre su cabeza bajo el cielo azul, ni pájaros volando, ardillas saltando de rama en rama, en fin, toda una historia de vida perdida o mal aprovechada, porque aquél pequeño tesoro terminó poseyéndolo y le quitó la libertad de vivir.
Pregúntate en esta noche: ¿Tienes algún tesoro o tu tesoro te posee a ti?
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Mateo 6: 21.
Hay personas que les ha resultado muy difícil, dejar aquellas cosas que prácticamente están “pegadas” a su corazón, tanto es así, que se han perdido de conocer la vida con Dios, que está llena de experiencias muy agradables para aquél que ha creído..Muchas personas caminan con la cabeza gacha, conformándose con tan poco, buscando el buen tesoro de la felicidad y de la vida en la basura. El apóstol Pablo afirmó, que todo lo adquirido por él lo estimaba como basura, comparado con el conocimiento de Cristo. ¡si levantáramos la cabeza al cielo, cuantos tesoros encontraríamos!
Hoy te recuerdo a ti que quieres ser feliz, que hay un excelso tesoro para los entendidos: Servir a Dios.
Servir al Creador implica necesariamente desprendimiento, renuncia y abandono de “tesoros” que no hacen ningún bien. Es más, estos falsos tesoros endurecen el corazón impidiendo la entrada a Jesús, el Señor a nuestras vidas. No es una entrada a una religión, es una entrada a tu transformación. Dios está ahí delante de ti, y para mirarlo hay que levantar la cabeza, apartar la atención de todo lo que distrae y hace infeliz.
Suelta y deje ir todo aquello que te está robando la libertad de vivir y coloca tu atención en conocer a Jesús. Probar no te hace perder nada, en cambio no hacerlo, te hace perder todo.
Tu felicidad lo vale todo, anímate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Saber perdonar

 Tomado de: Palabra dee Vida Por María Lozano Como no sentirnos convencidos de perdonar las ofensas de los demás? , cuando sabemos que Nuest...