La soledad no reposa ni dura para siempre

 Tomado de: Entre café y libros

Por María Lozano

Sabes perfectamente que me encanta escribir, desgarrarme en frases sentidas hasta el hueso. Reincidir por ti, no me puedo sustraer, me hundo en el abismo de la prosa y te inmortalizo. Te lo he dicho antes, con la confesión, con mi literatura es la forma de salvarme, miles de palabras me brotan y aguardan a una tuya que me reconforte. Nada me viene también que escribirte. No llevo esa actitud de derrota, intento y lo vuelvo a hacer. La imposibilidad de un encuentro no mate el deseo y mucho menos la esperanza de volverte a ver. Asfixia el hecho de no tener otra opción más que esperar el momento, y nada de lo que pueda decirte demuestra lo que hay en mí. Prefiero esperar el instante y demostrártelo diciéndote cuánto te amo. Al fin y al cabo lo que escribo es lo que pienso, y lo que pienso es lo que siento y lo que siento es lo que te escribo, es por eso que te digo que reincido. No es pretexto, sencillamente quiero que te enteres que lo hago con pasión y así es mejor. Esta historia son mis párrafos que te dedico, es mi mano, es mi voz, es mi cuerpo, son mis letras y todo te lo dedico a ti. Es el valor que agrego a cada instante de mi vida, aunque seré justo, me doy cuenta que he llegado un poco tarde a tu vida. Cuanto escribo, es para ti. Así de esta forma me libero de mí mismo. Cada estrofa ha sustituido un momento de melancolía, una lágrima, un beso. Me encantaría que comprendieras ésto, pero soy realista es lo que hay, aparte de estas letras y mi corazón. De cualquier manera mi vida es tuya, si no te llenan mis letras es tuyo también, y que no le llenen a nadie, ahora ya no puedo detenerme, ni callarme, ni dejar de escribirte..¿Cómo decir te amo y no necesitar reciprocidad? ¿Cómo decir te amo y no sentir dolor, por no ser correspondido?. Lleno mis cuadernos de letras por ti. La soledad y el silencio son terribles, duelen, de qué sirve la eternidad en soledad. He deseado tanto salir de este tiempo, sabiendo que en realidad y que dentro de las formas, la prosa, los desvelos, los espejos y pasiones, sólo te deseo a ti. Conscientemente y sinceramente no estoy molesto contigo, sino conmigo mismo. Me he molestado contra lo que no te dije, lo que no hice y que se queda oculto, para no ilusionarme más. Te quiero, nada en mí dejará de quererte, nada en mí deja de gritar que te quiero. Lo llevo en mí, no puedo callarlo o aunque no te lo diga, ni nadie lo sepa, es la verdad. Los tiempos pasados se convierten en espejismos. La verdad es real y se conoce desde el principio sólo una vez en la vida. Por eso la detesto, nada la puede borrar. La tranquilidad me aguarda y me espera, sólo el tiempo es dueño de los frutos y las esperanzas, nos acerca a dejarlo todo. Estás en mi mente a pesar de la distancia y de los días silenciosos. Evito la soledad de cada momento o más bien ella me evade y me trae tu sonrisa a mi mente.
Guillermo Rosales Medellín.
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