Montes que obstaculizan la fe

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

«Señor Jesucristo quiero colocar mis ojos en ti porque eres el autor y consumador de la fe, con tu poder y gracia puedo allanar todo monte que se levante en contra mía y que no me deje ver tu grandeza y potestad, quiero rendirme totalmente en tu presencia en deleite y confianza seguro que obrarás por encima de cualquier circunstancia. En Cristo Jesús. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios.“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Marcos 11: 22-23.
3. Reflexiona
Reconozcamos que hay montes en nuestra vida, que no nos dejan avanzar y crecer espiritualmente, nos estancamos cuando estamos ante problemas que son difíciles de resolver o cuando tenemos montañas de culpa e inseguridad que nos impiden vivir victoriosamente y desarrollar nuestro potencial y sólo pueden ser allanadas con la gracia de Dios, cuando entendamos quién es Él y que no hay nada que no pueda hacer. Jeremías 32:27 dice: “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”
Mover montañas debería ser una norma de vida de los creyentes, por eso el Señor nos anima a tener fe y a dar pasos para remover todo obstáculo que se interponga. Primero debemos confiar en Él, estando seguros que no nos va a fallar, quitando todo temor de nuestros pensamientos y afirmando sus promesas en nuestro corazón, como dice Salmos 56: 3-4 “En el día que temo, yo en ti confío. En Dios alabaré su palabra; en Dios he confiado; no temeré”.
Cuando nos entregamos sin reservas, estamos convencidos que Dios proveerá lo que falta y dará solución a nuestro problema porque se interesa por nosotros, por eso deleitémonos en Él, gocémonos en su presencia, su bendición está disponible, pues nos impulsa a una dimensión de dominio sobre las adversidades. Salmo 37:4 dice: “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
Dejemos todo en las manos de Dios y descansemos en Él, “encomendar” es la máxima expresión de confianza porque es desprendimiento total de nuestra carga, de nuestra necesidad, para dejarle la solución a Dios. Salmo 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”.
No pensemos más en el problema dice Proverbios 23:7a “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”, nos volvemos miedosos y ansiosos cuando nos enfocamos en el problema, no dejemos que el ruido de nuestras dificultades nos impida oír la voz de Dios. Dice Hebreos 3:15 “entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación”.
Dios quiere que venzamos la incredulidad, que es el obstáculo más grande de la fe. Santiago 1:6-7 nos recuerda: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor”.
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

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