Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Desde que sé de ti, el frío de la noche se olvida.Tu pelo alborotado por mis manos, indica la intensidad del momento.
Y la esencia de nuestros cuerpos, expide amor, pasión y desenfrene.
Olvidando las palabras y, escuchando el jadeo de nuestros quejidos.
Al recorrer tu cuerpo, todo tu cuerpo, me detengo en las montañas de tu norte y en lo profundo de tu sur..Y termino en el caudal de tu boca, donde todo inicia.
Con esa palabra tan sugerente, “devórame”, sin temor sino con pasión, sin procedencia, pero sí correspondencia.
Y ten por seguro, que para cuando me hayas pedido que mis manos te acaricien, las tuyas ya me están imitando… e intimando.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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