Tomado de:Entre café y libros
Por María Lozano
La vida misma es como las estrellas fugaces, aparecen y enseguida ya no las ves. Así pasa con nuestros seres queridos, hoy están, mañana quizá no.Últimamente te he recordado mucho, después de nuestro divorcio y por las causas que hayan sido nuestra separación, te fuiste en picada, exactamente tres años después de esa terrible retirada.
A pesar de tu adicción por el alcohol, yo te acepté, y lo hice porque te juré fidelidad. Y hoy, a 4 años de tu óbito anunciado -porque tú así viviste-, te sigo siendo fiel. Jamás superé tu alcoholismo. Ya no sé si el amor que sentía por ti, fue porque fuiste el amor de mi vida o porque sentía grima sincera..He leído que, no se ama de la misma manera dos veces y terminantemente lo creo.
Cuatro años en los cuales no quería saber nada, lo único que me reconfortaba era dejar de existir. Pero eso ya es recuerdo, uno de esos despiadados recuerdos. Hoy lo que me reconforta y me mantiene viva es mi fe.
Me gustaría encontrarme en este momento con un “genio de los deseos” y que me concediera tan solo uno. De hecho, ese deseo lo llevo en mi mente y en mi corazón. Se lo pediré el día que me encuentre ese genio…
Guillermo Rosales Medellín.
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