Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
Salmo 40; 1-3¡Ser paciente es un trabajo duro! Esto es cierto en especial cuando esperamos en Dios, quien tiene su propio cronograma. Pero los creyentes que confían en Él pueden esperar con confianza una rica bendición.
La determinación de una persona de ser paciente revela el valor de lo que desea. Nadie se equivoca cuando espera que el Señor envíe lo mejor en su tiempo perfecto. Por supuesto, los creyentes no recibimos todo lo que pedimos. A veces, Dios dice que no. Otras veces, ajusta nuestros deseos para que coincidan con los suyos. Por nuestra condición humana, no podemos conocer todos los detalles de una situación. Por tanto, pedimos lo que creemos que necesitamos, en función de nuestra limitada información. Un corazón sumiso acepta la dulce redirección del Padre. Cuando llega el esperado objeto del deseo, puede que no se parezca a lo que pedimos en un principio, pero será justo lo que necesitamos..Esperar con paciencia en el Señor es un testimonio maravilloso. Cuando Él responde, otros ven que es real, ven su fidelidad y nuestra entrega, mientras nuestra fe se fortalece. Los necios se apresuran a tomar su premio, pero los creyentes sabios saben que la bendición vendrá en el momento oportuno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario