Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
A diferencia de muchos, nosotros no vendemos la palabra de Dios con ánimo de lucro, sino que, en Cristo, hablamos delante de Dios con sinceridad, como enviados de Dios.
2 Corintios 2:17.
La cuarta señal del cristianismo genuino se encuentra aquí. Tiene gran aplicación para los pastores y otros miembros del ministerio, pero su principal referencia es para los cristianos comunes y corrientes que han aprendido el secreto del cristianismo auténtico.
Los cristianos no deben ser como vendedores ambulantes, como un vendedor callejero. Los cristianos no deben ser vendedores de Dios. Gran parte de la predicación y el testimonio cristianos pueden describirse de esa manera. Las personas seleccionan ciertas características atractivas de las Escrituras y las utilizan como argumentos de venta. La sanidad es un buen ejemplo. Es un tema legítimo para el estudio y la práctica, pero cuando se destaca y se insiste en él continuamente, especialmente cuando se vincula con una propuesta de grandes ofrendas de sacrificio, la sanidad puede conducir rápidamente al mercadeo ambulante. Pablo dice que el cristianismo auténtico no pregona su verdad como un mercader ambulante de la fe que vende productos en la calle..Según este pasaje, nuestra integridad como cristianos auténticos se caracteriza por cuatro cualidades. En primer lugar, hablamos con sinceridad. Debemos ser personas honestas. Debemos decir y sostener lo que decimos. El mundo admira la sinceridad y cree que es la máxima expresión del carácter, pero según Pablo, la sinceridad es solo el comienzo del carácter, la expectativa mínima que Dios tiene de los cristianos auténticos. Lo mínimo que debemos esperar de nosotros mismos como cristianos es que creamos y practiquemos plenamente lo que decimos.
En segundo lugar, somos enviados por Dios. Esto habla de nuestro propósito como cristianos auténticos. No debemos ser soñadores ociosos sin un objetivo definido en mente. Hemos sido comisionados como se comisiona a los oficiales militares. Se nos ha dado una tarea definida y asignaciones específicas que constituyen nuestro propósito en la vida y en el ministerio. Tenemos un fin en mente, un objetivo que alcanzar, una meta que lograr, y no nos limitamos a predicar o testificar como si eso fuera un objetivo en sí mismo.
En tercer lugar, hacemos todo esto delante de Dios. Esto indica una actitud de transparencia. Andar a la vista de otras personas nos permite ocultar nuestros pecados detrás de una fachada, pero andar a la vista de Dios requiere una honestidad total con Él y con nosotros mismos, porque nada puede ocultarse a la vista de Dios. Una persona que anda a la vista de Dios está más interesada en su realidad interior que en su reputación exterior. Se puede confiar plenamente en ella. Si se puede enseñar a los jóvenes a vivir a la vista de Dios, se podrá confiar en ellos incluso a pesar de su corta edad.
En cuarto lugar, hablamos en Cristo. ¿Qué cualidad indica eso? ¡Autoridad! Pablo lo dice claramente en 2 Corintios 5:20: Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros. Los embajadores son portavoces autorizados; tienen poder para actuar y hacer pactos en nombre de otros. Los cristianos auténticos no son siervos sin poder. Hablamos palabras y entregamos mensajes que el cielo honra.
Todas estas cualidades se suman para lograr una integridad intachable. Las personas sinceras, con un propósito, transparentes y con autoridad son absolutamente confiables. Su palabra es su compromiso y se puede contar que cumplirán. Son personas responsables y fieles.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Señor mío y Dios mío, gracias por esta convincente palabra de los labios del gran apóstol. Gracias porque, aunque han transcurrido veintiún siglos desde aquellos días, Tú no has cambiado; Tu poder es tan manifiesto y poderoso hoy como siempre, y puedes manejar esta era tan bien como lo hiciste en cualquier otra era, lugar o tiempo. Gracias Jesús. Amén.
Aplicación de vida
¿Cómo es tu caminar ante los ojos de Dios hoy? ¿Qué asuntos de tu corazón necesitas presentar ante el Señor?Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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