Esperamos tanto este sueño

 Tomado de: Entre café y libros

Por María Lozano

Con esa avasalladora mirada,
con esa ferocidad sonrisa oportuna, me das tu amor.
En una fotografía te das a mí.
Me derribas en nocaut.
Mi mirada afrentada por la distancia.
Y mis manos atadas utópicamente..

Reflexiones

 Tomado de: Ismael Dominguez

Por María Lozano

Nada me sobra, pero nada me falta,
porque en mi casa quien provee es Dios.
Él llena mis días con amor y esperanza,
y en su gracia infinita, siempre encuentro reposo.
Cada amanecer es un regalo divino,
cada noche, un susurro de su eterna calma.
En la abundancia de su amor, camino seguro,
sabiendo que, con Él, jamás me faltará nada.
Gracias, Señor, por ser mi roca y mi guía,
por llenar mi vida con tu luz y armonía.
En la sencillez de tu providencia, vivo,
y en tu presencia, hallo siempre motivo.

Querré todo

 Tomado de: Entre café y libros

Por María Lozano

Si me enamoro.
Mi corazón no entiende de mitades,
mi amor no es de medias naranjas.
Si me enamoro.
Ya tenemos mucho con la distancia,
separa, aísla, mata.
Si me enamoro.
Mi mente no entiende de parcialidades
tampoco de fragmentos.
Si me enamoro..

La grandeza del servicio

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

1. Por favor ora conmigo
«Gracias Señor Jesús, porque me diste ejemplo de servicio y humildad, siendo el más grande, te hiciste el menor, al dar tu vida por amor a nosotros y no consideraste el ser igual a Dios, como cosa a que aferrarte, sino que te despojaste y te hiciste siervo para morir en la cruz y salvarnos. Cuán grande ejemplo tengo de amor y servicio, para que así mismo, con el amor que me diste, sirva a los demás con total esmero y compasión. Gracias mi Señor Jesucristo. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.
Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es el mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.”
Lucas 22:24-27.
3. Reflexiona
En repetidas ocasiones, los discípulos de Jesús cayeron en este error, de considerar que, así como las naciones tenían gobernantes, en ellos también debería haber uno que estuviera a la cabeza. A pesar que Jesús de manera reiterativa, les enseña que, en el reino de Dios no es así, que entre nosotros los creyentes no hay una estructura burocrática, sino un cuerpo vivo de servicio y comunión (1 Corintios 12:12-27), donde cada miembro cumple una función, pero todos somos parte del cuerpo de Cristo, su iglesia.
Sin embargo, en la historia vemos cómo el hombre crea puestos, lugares y considera a la iglesia como una organización o una empresa más, pero a la luz de las escrituras somos un cuerpo vivo, donde de manera mutua, desinteresada y con amor, nos animamos unos a otros a permanecer en la fe que trae como resultado, acciones de servicio y amor, nos servimos unos a otros por amor a aquel que primero nos sirvió y nos lavó de todo pecado (Hebreos 10:24-26).
Así que, si aspiramos a un puesto de renombre, una posición o un lugar mejor, nuestro corazón debe estar dispuesto a servir como Cristo lo hizo, a renunciar a sí mismo, a ser el más humilde; por que en los gobernantes del mundo sucede que una vez tienen una posición de dominio y poder, su corazón se llena de orgullo, y su puesto viene a ser la forma de llenarse de ambición y como consecuencia, ya no es de bendición para los demás.
Nosotros los creyentes, debemos dar ejemplo de servicio, disponiendo nuestro corazón para ser como niños, (Mateo 18:1-3), llenos de mansedumbre y humildad, que sirven por amor y con amor.
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

Dime cuando....

 tomado de: Entre café y letras

Por María lozano

Dime, corazón, cuándo fue la última vez que te escribieron tan
intensamente como yo lo
hago.
Cada verso, cada epístola,
hasta descubrir con mis
letras tu sentir.
Dime, cuándo.
Cuándo fue la última vez
que sentiste
lo que te digo con mis
letras.
De las palabras he
aprendido a escuchar tu
corazón.
No sé escribir al azar, te
escribo a ti.
Mis letras llevan
emociones, sensaciones
sueños y miedos.
Todas, sin excepción,
van hipnotizadas
de este eterno amor
que por ti siento..

Respira niño mío

 tomado de: Oscar Emilio Herdt

Por María Lozano

respira corazón.
Conozco de tus sueños, conozco de tu risa,
de tu baile y de tu acordeón.
Respira con tu alma, valiente soldadito,
que Argentina necesita la esperanza,
de un nueva primavera para vos..

Mis ojos se reflejan en ti

 Tomado de: Entre café y letras

por María Lozano

Como espejo, sin mentir,
como espejo impoluto.
Me miro en ellos y veo tu mirar.
Tríptico que repite mi semblante de cualquier lado y te asemeja.
Imposible no reflejarme en tus ojos.
La fortuna del veleidoso azar ante ti, me veo y soy mirado.
Infinito elemento que ejecuta lo real e irreal del acto.
Me miro al cristal y ya no estoy solo..

La verdadera riqueza y belleza de una mujer

 Tomado de: Alfonso De Caro 

Por María Lozano



1. Por favor ora conmigo
«Amado Señor mío y Dios mío, tú eres quien llena nuestras vidas de plenitud, paz y libertad. Disfrutamos andando a diario con la guía de tu Espíritu. Permítenos mostrar a Jesús e irradiar la belleza de su ternura, amor y todo el fruto del Espíritu, siendo mansos y humildes de corazón. En el nombre de Jesús. Amén»
2. Lee la palabra de Dios
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;”, 1 Pedro 3:3-5..

Por eso te aman los que te conocen

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

1. Por favor ora conmigo
«Oh Señor Jesucristo, si tan solo te conociera como quieres ser conocido, si te pudiera ver más allá de lo que ven mis ojos o escuchar más allá de lo que escucho de ti que has hecho por otros. Si en verdad pudiera experimentar en mi caminar diario lo profundo, lo alto y lo ancho de tu amor, todo de ti me sería codiciable, tus palabras más dulces que la miel y tus mandamientos mejor que todos mis caminos. Concédeme el privilegio de tu amistad y la dulzura de tu compañía. Amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“Su paladar, dulcísimo, y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi amigo, oh doncellas de Jerusalén”, Cantares 5:16..

Me abstengo

 Tomado de: Entre café y libros

Por María Lozano

Yo me abstengo,
de pasar por esas calles,
en las cuales del brazo te llevaba.
De escuchar la canción que bailamos esa noche, de acordarme del primer poema que te escribí, y de esa mirada que provoqué en ti.

Esencialmente, más que eso

 Tomado de: Entre café y libros

Por María Lozano


Como ave fénix, única.
Resurgiendo de lo pasado.
Guerrera, íntegra, inquebrantable.
Fuerte, gigante, tenaz.
Naturalmente bella, como la vida.
Divina y segura de mí.
De esencia amorosa,
apasionada..

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