Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Con esa avasalladora mirada,con esa ferocidad sonrisa oportuna, me das tu amor.
En una fotografía te das a mí.
Me derribas en nocaut.
Mi mirada afrentada por la distancia.
Y mis manos atadas utópicamente..En la antesala del final de los trescientos sesenta y cinco días.
El frío desdeña los recuerdos, no así la calidez invernal.
En los pensamientos atroces,
anegan los tuyos y definimos en acuerdos, sin vociferar sino conciliar.
Hablamos de nuestro futuro, sin armas y con mucha alma.
Rebasamos los cuatrocientos cincuenta días, en un periquete, en un parpadeo.
Caminar a tu lado es bello.
Así nació la esperanza, la ilusión, el amor, con una llamada telefónica en el mes patrio.
Intuición, azar o señal, que más da, si se dió.
Imaginaba tu voz, y tu sonrisa, tus besos y tus caricias.
Dije lo que pensaba, ¿un beso?
Y tú pensabas lo que no dijiste, te estás tardando.
Un abrazo.
Uno, dos, besos.
Una, dos, tres cervezas.
El amor, mi amor, tu amor, nos amamos.
Después no volví a ser el mismo.
Tu luz descubrió mis sombras.
Y mi felicidad volvió por tu elección, tuvimos la certeza de coincidir.
Después de lo que vi y lo que tu viste,
será superado por lo que juntos veremos.
Esperamos tanto este sueño.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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