Carta del Rey

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

"Padre celestial y Dios mío, me presento ante ti con el corazón en la mano, dispuesto a dártelo para que lo restaures y lo limpies de tanta maldad. Por favor restáurame, sana todo mi ser y dame fuerzas para permanecer en tu camino. Bendíceme Padre mío en el nombre de Jesúcristo. Amén"
2. Lee la palabra de Dios
“Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rosPadre celestial y Dios mío, me presento ante ti con el corazón en la mano, dispuesto a dártelo para que lo restaures y lo limpies de tanta maldad. Por favor restáurame, sana todo mi ser y dame fuerzas para permanecer en tu camino. Bendícetro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”, 2 Crónicas 7: 13-14..3. Reflexiona
Este fragmento de la escritura hace parte del pacto que Dios hizo con el rey Salomón, hijo de David, cuando terminó la edificación del primer templo dedicado al culto y adoración al único Dios verdadero; allí reposaba el Arca del Pacto que simbolizaba la presencia de Dios mismo en medio de ellos y le daba identidad a Israel como el pueblo elegido. Después de Salomón, Dios levantó muchos reyes y líderes religiosos que apelaban a este pacto cuando Israel abandonaba los caminos de Dios y sufría las consecuencias nefastas del pecado; ellos enviaban correos o cartas con edictos que contenían esta palabra de esperanza, para que el pueblo se arrepintiera y orara dirigiendo su oración al lugar del Santuario en búsqueda de perdón y restauración. El resultado era inmediato, cuando el pueblo escuchaba, se arrepentía, oraba y buscaba a Dios de todo corazón, Dios los levantaba de donde estuvieran, los prosperaba, los juntaba y volvía a hacer de ellos una gran nación.
La situación mundial actual no dista de la de Israel cuando se alejaban de Dios: injusticia, desigualdad, muerte, hambre, pobreza, confusión y desesperanza. La crisis es a todo nivel y la decadencia moral cada vez es mayor; de igual manera y como sucedía con Israel, Dios sigue llamando, sigue enviando cartas, correos o devocionales escritos desde su corazón a todo aquel que se disponga a escucharlo y esté dispuesto a buscar su rostro. Dios no busca personas perfectas, sino corazones mansos y humildes que dependan de su amor e infinito poder, entonces, dice el Señor: “yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. Son tiempos difíciles pero Dios está dispuesto a restaurarnos, a prosperarnos y a no permitir que nada nos falte si en verdad escuchamos su voz y atendemos su llamado.
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

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