Tomado de: Frases de Jorge Bucay
Nancy Martínez
Por María Lozano
Él tiene ochenta y tantos años e insiste en llevar de la mano a su mujer por donde anda. Cuando le pregunté:
—¿Por qué su mujer camina como distraída, como si siguiera a la nada?
Él respondió:
—Porque tiene Alzheimer.
Entonces, le pregunté:
—¿Se preocupará su mujer si usted la suelta, la deja o simplemente usted se cansa?
Y respondió:.—Ella no se acuerda... ya no sabe quién soy yo. Desde hace un par de años, ya no me reconoce.
Sorprendido, le dije:
—¡Qué bien! Y aún así sigues de guía por el camino cada día, a pesar de que ella no te reconoce.
El hombre sonrió, me miró a los ojos y dijo:
—Ella no sabe quién soy yo, pero yo sí sé quién es ella. Es el amor de mi vida.
—¿Por qué su mujer camina como distraída, como si siguiera a la nada?
Él respondió:
—Porque tiene Alzheimer.
Entonces, le pregunté:
—¿Se preocupará su mujer si usted la suelta, la deja o simplemente usted se cansa?
Y respondió:.—Ella no se acuerda... ya no sabe quién soy yo. Desde hace un par de años, ya no me reconoce.
Sorprendido, le dije:
—¡Qué bien! Y aún así sigues de guía por el camino cada día, a pesar de que ella no te reconoce.
El hombre sonrió, me miró a los ojos y dijo:
—Ella no sabe quién soy yo, pero yo sí sé quién es ella. Es el amor de mi vida.
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