Tomado de. Ana María Álvarez- Escritora
Por María Lozano
¡Ven hijo!
Ven para acá,
cambia esa cara
que necesito
que tú lo entiendas.
¿Qué te preocupa?
Dime la causa ya...
sin vergüenza.
¿Pues te molesta
que estoy muy lerda,
y que es costumbre
que me equivoque
cuando algo cuente
según recuerda?
Yo ya estoy grande...
La vida pesa....
que está más fresca:
¿Me he equivocado
cuando te daba cada tres horas, por tantas noches, la mamadera?
Yo te he abrazado y
cuidé tus pasos
como una fiera
y así creciste...
Eres un hombre
muy admirado
por quién te viera.
Sólo eso importa.
No me he equivocado
al educarte a mi manera.
Hoy yo te entiendo... pero
recuerda:
Tenlo presente cuando me hables, cuando me veas.
Hoy eres roble, yo fui el soporte, algo sencillo y
necesario esa primavera
¡Ven!
Dame un abrazo, que aunque eres grande
nunca termina
mi gran tarea.
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