Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: 1 REYES 19:1-9.Acab le contó a Jezabel todo lo que había hecho Elías y cómo había matado a espada a todos los profetas. Jezabel envió un mensajero a Elías para decirle: «Que los dioses me traten con la mayor severidad posible si mañana a esta hora no he hecho que tu vida sea como la de uno de ellos». Elías tuvo miedo y corrió para salvar su vida. … Llegó a un arbusto de retama, se sentó debajo de él y oró pidiendo morir. « Estoy harto, Señor», dijo. « Quítame la vida, no soy mejor que mis antepasados». 1 Reyes 19:1-4.
Como resultado de la tremenda victoria del Señor contra los profetas de Baal, Elías esperaba que Acab y Jezabel se tambalearan en su incredulidad. El mensaje de Jezabel que le llega, amenazando su propia vida, toma a Elías por sorpresa. Tan tremenda ha sido la victoria que Elías sintió que el poder del mal en este país sería quebrantado. Pero ahora llega el mensaje de Jezabel que dice: Mañana por la mañana, tendré tu vida. Como resultado, Elías se desmoronó..¿No es cierto que la mayoría de los estados de ánimo negativos de desesperación que nos dominan vienen en momentos en que nos hemos sentido decepcionados por algún resultado que esperábamos? Las cosas no resultan como esperábamos y tocamos fondo. Sentimos que la nube oscura de la tristeza pasa sobre nuestro espíritu y estamos en las garras de este desaliento. Pero también hay una razón más profunda. Si miramos más allá de este relato de Elías, podemos ver que detrás de los resultados inesperados y su efecto sobre él hay una revelación de una confianza incompleta en Dios. Lo que Elías estaba haciendo era seguir a Dios, siempre y cuando Dios estuviera haciendo lo que Elías esperaba que hiciera. No había duda, al leer el capítulo anterior de la gran victoria en el Carmelo, que Elías sabía que Dios iba a responder con fuego. No hay sombra de duda en su corazón. Pero este último evento lo ha sacudido, porque no lo esperaba. Esta es con frecuencia la causa de nuestro desaliento, ¿no es así? Descubrimos que no es que realmente estemos esperando que Dios haga todo lo que Él quiera hacer, sino que contamos con lo que esperamos que Dios haga y cuando Él no actúa de la manera que pensamos que debería actuar, nuestra fe toca fondo.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Padre amado y Dios mío, confieso que muchas veces espero que actúes de maneras que creo que son apropiadas y correctas, en lugar de inclinarme ante tu sabiduría en todas las cosas. Perdoname y ayudame a confiar en ti, pase lo que pase, en el nombre de Jesús. Amén.
Aplicación de vida
¿Dios ha hecho recientemente algo en tu vida que no esperabas?
¿Cómo puedes ajustar tu respuesta y someterte a su sabiduría perfecta en cada circunstancia?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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