Tomado de: Liliana Arias
Por María Lozano
Un higo no es una fruta cualquiera, de hecho, ni siquiera es una fruta. Estrictamente hablando, los higos son flores invertidas. Las higueras no florecen de la misma manera que otros árboles frutales como los almendros o los cerezos.
Los higos tienen una historia muy interesante. Primero, técnicamente no son una fruta, sino una infrutescencia (un conjunto de frutas). Segundo, necesitan la intervención de una avispa para reproducirse, la cual muere dentro del higo.
En pocas palabras, los higos son flores invertidas que florecen dentro de un capullo oscuro con tonos rojizos. Cada flor produce una nuez y una semilla llamada "aquenio". El higo está formado por varios aquenios, que le dan su textura crujiente característica..Así que, cuando comemos un higo, en realidad estamos comiendo cientos de pequeñas frutas. Lo más sorprendente es el proceso especial de polinización que necesitan las flores de la higuera para reproducirse. No pueden depender del viento o las abejas para traer polen como otras frutas; necesitan una especie específica de avispas, conocidas como avispas del higo. Estos insectos transportan su material genético y permiten la reproducción de los higos. A su vez, las avispas dependen de los higos para depositar sus larvas, creando una relación de simbiosis o mutualismo.
Hoy en día, la mayoría de los productores de higos ya no requieren de las avispas para la polinización. La mayoría de las variedades de higos que consumimos son partenogenéticas, es decir, pueden producir fruto sin necesidad de un polinizador.
Los higos tienen una historia muy interesante. Primero, técnicamente no son una fruta, sino una infrutescencia (un conjunto de frutas). Segundo, necesitan la intervención de una avispa para reproducirse, la cual muere dentro del higo.
En pocas palabras, los higos son flores invertidas que florecen dentro de un capullo oscuro con tonos rojizos. Cada flor produce una nuez y una semilla llamada "aquenio". El higo está formado por varios aquenios, que le dan su textura crujiente característica..Así que, cuando comemos un higo, en realidad estamos comiendo cientos de pequeñas frutas. Lo más sorprendente es el proceso especial de polinización que necesitan las flores de la higuera para reproducirse. No pueden depender del viento o las abejas para traer polen como otras frutas; necesitan una especie específica de avispas, conocidas como avispas del higo. Estos insectos transportan su material genético y permiten la reproducción de los higos. A su vez, las avispas dependen de los higos para depositar sus larvas, creando una relación de simbiosis o mutualismo.
Hoy en día, la mayoría de los productores de higos ya no requieren de las avispas para la polinización. La mayoría de las variedades de higos que consumimos son partenogenéticas, es decir, pueden producir fruto sin necesidad de un polinizador.
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