Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:16-18.Observa cómo el apóstol subraya esto: Esta es la voluntad de Dios… para ustedes. La voluntad de Dios no es hacer una exhibición dramática de poder o de un don que llame la atención. Es sencillamente la respuesta silenciosa que dan a las pruebas y circunstancias diarias en las que se encuentran.
Estad siempre alegres. Tal vez las palabras deberían traducirse como: Estén alegres. No permitan que las cosas los desanimen. La sociedad está llena de desesperación y pesimismo. Las presiones bajo las que vivimos hoy pueden causar esto. Pero un cristiano tiene un recurso interior. Por lo tanto, podemos obedecer la palabra de Santiago: “ Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (Santiago 1:2). No lo toméis como un ataque contra vosotros. No os lamentéis ni os quejéis, diciendo: “ ¿Qué he hecho para merecer esto?”. Más bien, alégrate, porque es bueno para ti. Las pruebas te hacen crecer, te hacen enfrentarte a ti mismo y aprender cosas sobre ti mismo que no sabías.
En segundo lugar, Pablo dice que debemos orar: oremos continuamente. Ese es el método para recurrir a la fuerza interior que Dios nos da. Dios a menudo nos quita los apoyos de la vida para enseñarnos que él mismo es todo lo que necesitamos. ¿Se nos han quitado los apoyos y hemos empezado a aprender que Dios mismo puede satisfacer nuestras necesidades? Al abrir nuestro corazón en diálogo con Dios, a veces en una oración casi desesperada, descubrimos que él tenía formas silenciosas de responder que nos enseñaban que él era El Shaddai, el Dios que es suficiente, el Dios que puede satisfacer nuestras necesidades. Por eso Pablo dice: oremos continuamente. Cuando nos encontremos bajo presión y en problemas, oremos. Apóyense en esa fuerza interior que Dios nos da..En tercer lugar, sé agradecido. ¿Por qué ser agradecido? Porque cuando te enfrentas a una prueba, se te da la oportunidad de glorificar a Dios. Si nunca enfrentas pruebas ni presiones, ¿cómo podría alguien ver que tienes un medio invisible de apoyo, que tienes una fuente confiable de fortaleza de la que los demás no saben nada? Estas son las oportunidades que Dios nos da. Cuando los primeros líderes cristianos fueron arrestados por el Sanedrín, fueron golpeados por su fe, pero salieron del Concilio regocijándose de que habían sido considerados dignos de soportar el sufrimiento por amor de su nombre. Esa es una actitud completamente cristiana, y esa es la voluntad de Dios para cada uno de nosotros.
Señor mío y Dios mío, en la respuesta silenciosa que doy a mis pruebas diarias, enséñame a regocijarme siempre, a orar y a ser agradecido. En el nombre de Jesús. Amén.
Aplicación de vida
¿Cuáles son las circunstancias específicas en las que es más difícil regocijarse, orar y dar gracias?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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