Tomado de: Mujer con propósito
Por María lozano
en fe con tus ojos puestos en mí, y no importa cuál sea la condición de mi barco, tú estás al timón como capitán.
He navegado a través de tormentas furiosas, mis velas mayores estaban hechas jirones y mi tabla de intemperie magullada y golpeada, ¡pero todavía estoy aquí!
He navegado por las tranquilas aguas de la fe,
cantando canciones de liberación y alegría.
¡Oh Señor, gracias por todo!
Gracias porque no hay tormenta que pueda romper la aleta, levar mi ancla, inundar mi cubierta, destrozar el bos o comerse el lomo y tragarme entero..Has mantenido este barco a salvo en cada tormenta.
No te pido que elimines las tormentas, pero te pido que me des el coraje y la fuerza para salir adelante con valentía y aprender de tdarm. Cada tormenta puede ser una herramienta para transformarme en la hermosa y valiente persona de fe con la que nací. ser.
Porque Jehová Dios es nuestro sol y nuestro escudo.
Él nos da gracia y gloria. El Señor no negará ningún bien a quienes hacen lo correcto.
SALMO 84:11
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