Tomado de: Entre cafe´y libros
Por María Lozano
Las calles de Monterrey,ajetreadas y lluviosas,
son mi esencia.
Conmovedoras, anochecidas y crepúsculo
de la negrura, en tinieblas,
inhabitables a estas horas.
Los árboles se apiadan,
y nos dan resguardo, la luz es austera,
y la distancia abrumadora..Extraviado, hasta de mí mismo.
La visión es escasa, la llanura no existe,
soledades enfangan mi ser.
Lo único existente ahora es Dios y el tiempo,
y sin perplejidad bendita.
Versos que no te nombran,
en mi corazón estás, te llevo
como estandarte, desplegado.
Orgulloso de llevarte.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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