Tomado de: Entre café y libros
Por María Lozano
Casi recostado porque reconforta,
desde el sillón te veo, me deleito.
Es como estar detrás de la multitud.
Es como estar en un palco..Me da la satisfacción de poder apreciarte mejor.
Desde ese sillón y en ese sillón te tengo.
Te acercas y te veo de frente.
Además, sobre mí y el sillón, tú.
A centímetros de mi rostro el tuyo.
Desnuda, desnudo y sin dudas.
Tu rostro cambia, gesticula y disfruta.
El mío disfruta, sin aspavientos para no perder mirarte.
Tus ojos se cierran y al abrirse brillan.
La humedad del momento es exquisita.
El silencio es solemne, como nuestros gemidos.
Tú lo dijiste, el sillón será nuestro.
Y yo digo, este sillón es parte de nuestra historia.
Desde el sillón, ese bendito sillón, te amo.
Guillermo Rosales Medellín.
DAR
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