Proseguir a la meta

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

1. Por favor ora conmigo
«Bendito Dios mío y Señor mío, qué privilegio ha sido el ser llamado y escogido por ti; ahora entiendo que mi vida no gira en torno a mí ni a este mundo, pues mi ciudadanía está en los cielos y mi mirada puesta en las cosas de arriba, las celestiales y eternas; por esto según tu voluntad, propósito y la meta que me has dado, te pido cada día me renueves más a la imagen de mi Señor y Salvador Jesús, amén.»
2. Lee la palabra de Dios
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” Efesios 4:22-24.
“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” Romanos 6:6.,3. Reflexiona
Desarrollar el carácter de Cristo o lograr que Jesús sea formado en nosotros, es un proceso continuo a lo largo de toda nuestra vida, es un propósito o una meta a la cual no podemos decir que hemos llegado ya y que no nos es necesario trabajarlo más; el mismo apóstol Pablo quien tuvo la seguridad de decir que lo imitaran a él porque él imitaba a Cristo, en Filipenses 3:13-14 dice “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
Es necesario entonces, que cada mañana al levantarnos tomemos la decisión de vivir nuestro día guiados por el Espíritu Santo, porque si bien es cierto que hemos sido hechos nuevas criaturas por la fe en Jesucristo (2 Corintios 5:17), todavía estamos en nuestro cuerpo carnal, ese que está viciado conforme a los deseos engañosos y que quiere obrar según su propia voluntad. Pero a lo que nos exhorta el Señor es a que cada día nos identifiquemos con esa obra que Él realizó en la cruz por cada uno de nosotros, y nos despojemos de ese viejo hombre entendiendo que fue crucificado juntamente con Cristo, para que ya no sirvamos más al pecado.
Hermanos, desarrollar el carácter de Cristo es vivir como Cristo vivió y su vida fue una clara demostración de sujeción y dependencia constante y diaria de su Padre Dios, así como también una completa dirección del Espíritu de Dios, logrando de esta manera adorar y glorificar a su Padre haciendo su voluntad. De modo que, siguiendo lo que dice la Escritura en Efesios 4:20, según como hemos aprendido de Cristo, así hagamos.
Y no te desconectes de los próximos devocionales porque el Señor quiere seguir enseñándonos la manera de mantenernos en esta continua carrera para alcanzar la meta.
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Despacio

 Tomado de: Entre café y libros Por María Lozano Te he amado en todos mis sueños, y en otra vida, en las nubes, cuando llovía. Las horas en ...