La Palabra Eterna

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: JUAN 1:1-18.
En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. En el principio estaba con Dios. Por medio de él fueron hechas todas las cosas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de todos los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la han vencido. Juan 1:1-5.
No se trata de un ser místico y divino que vive en el cielo, sino de un hombre que vivió y respiró como nosotros. Juan conocía íntimamente a este hombre. Comía y dormía con él al aire libre, lo tocaba, lo observaba, lo escuchaba y lo seguía. Estas son las conclusiones extraordinarias a las que llegó Juan al reflexionar sobre la vida, la muerte y la resurrección de ese hombre extraordinario..Juan quiere que entendamos que Jesús era la Palabra de Dios. ¿Qué es una palabra? Una palabra es una expresión audible o visual de un pensamiento. Los pensamientos son incomunicables hasta que se expresan en palabras. Varias veces la Escritura pregunta: ¿Quién ha conocido la mente del Señor? La respuesta es: Nadie. Nadie sabe lo que Dios piensa hasta que nos lo dice. Eso es lo que Juan quiere decir aquí. Cuando Jesús estaba entre nosotros como hombre, expresó lo que estaba pasando en la mente de Dios. Nos dijo los pensamientos de Dios. Él era la expresión de Dios en la tierra. En el libro de Hebreos leemos: “ Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en el pasado a nuestros padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1-2a).
Además, esa Palabra es desde el principio: En el principio era la Palabra. ¿El principio de qué? Del principio de todo. Esta Palabra de Dios es eterna; siempre ha existido. Nosotros no tenemos ninguna historia antes de venir a la tierra, pero Jesús sí. Él podía recordar momentos en los que estaba con el Padre antes que comenzara el universo. Nosotros no podemos hacer eso. Pero Jesús tenía una historia antes de venir a la tierra, y Juan nos dice que era la de la Palabra, el Hijo eterno.
Pero más que eso, Juan dice que esta Palabra estaba con Dios. La Palabra es distinta del Padre; dos Personas separadas, pero tan cercanas que la Palabra estaba íntimamente involucrada con el Padre de modo que sus pensamientos y propósitos eran uno. Jesús dijo: “ Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). No quiere decir que sean uno y el mismo; son dos personas separadas. Cuando pienses en personas en este sentido, no pienses en cuerpos. Los cuerpos no son esenciales para las personas. Juan declara aquí que el Hijo eterno, Jesús, era una persona, y el Padre era una persona, y que eran uno en propósito y acción.
Finalmente, Juan hace una declaración contundente: “ Y aquel Verbo era Dios”. ¡No hay duda al respecto! Muchas religiones niegan esta gran verdad que Jesús era Dios. Pero no hay otra traducción posible de esta declaración sin violar las leyes de la gramática griega y las afirmaciones de otras Escrituras.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Padre mío y Dios mío, gracias por hablarnos en la persona de tu Hijo, que estuvo contigo desde el principio y es la representación perfecta de tu mente y de tus pensamientos. Ayúdame a escucharlo. Gracias en el nombre de Jesús. Amén.
Aplicación de vida
El misterio de la relación eterna entre el Padre y el Hijo está más allá de nuestra mente finita.
Pídele a Dios que te conceda una comprensión creciente de este misterio.
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

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