Santificados por la verdad

 Tomado de: Alfonso De Caro

Por María Lozano

POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: JUAN 17:13-19.
Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean verdaderamente santificados. Juan 17:17-19.
No sé qué piensas que es la santificación. Con demasiada frecuencia pensamos en ella como una especie de proceso religioso de desparasitación: pasas por él una vez y eres santificado, y nada puede volver a tocarte. Pero eso es falso a primera vista. Las Escrituras no enseñan eso, y tampoco lo hace la experiencia. La santificación es una palabra sencilla que significa ser apartado para un propósito determinado, ser destinado a un uso determinado.
Cuando selecciono una corbata entre otras, la santifico. Cuando seleccionas un mueble para sentarte, santificas ese mueble; le das el uso que has destinado darle. Cuando arrancas un trozo de papel para escribir una nota, santificas ese trozo de papel para el uso que pretendes darle. Eso es todo lo que significa. Y cuando Dios nos llamó a ser cristianos, nos apartó para el uso que se nos dio: no para que fuéramos nosotros mismos, sino para ser sus instrumentos y andar en conformidad con sus caminos.
¿Qué es lo que logra esto? Jesús nos dice: Es la Palabra, la verdad, la verdad sobre la vida. El mundo vive en una ilusión resplandeciente, un mundo de sueños. El mundo vive de cosas que no son verdad en absoluto, pero que él cree que son verdad, de valores y normas que no tienen valor ni sentido, pero que ellos exaltan muy altamente. Jesús dijo: Lo que es altamente estimado entre los hombres es abominación a los ojos de Dios. Así es como vive el mundo. ¿Y cómo podemos vivir en esa clase de mundo, tocarlo y oírlo, tenerlo derramado en nuestros oídos y expuesto a nuestros ojos día y noche, y no ser conformados a su imagen y apretados en su molde?
La respuesta es que debemos conocer la verdad. Debemos conocerla con tanta claridad y fuerza que, incluso mientras escuchamos estas mentiras seductoras, podamos tildarlas de mentiras y saber que son erróneas; incluso mientras sentimos que la carne dentro de nosotros se levanta y nos insta a involucrarnos y participar en ella y no ser diferentes, podemos decir por el Espíritu de Dios: No, le he entregado mi vida a Jesús. Jesús es mi autoridad. Y él es mi fuerza. Por su gracia y poder me mantendré en medio de este mundo. Pero si tu Biblia está cerrada, si no estás creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios, es solo cuestión de tiempo antes que el mundo entre y te domine. Perderás todo el gozo y la vitalidad de tu experiencia cristiana..Jesús mismo vivió de esta manera. En su oración, le dijo a su Padre: Por ellos me he santificado. ¿Por qué se santificó? Para que tuviéramos un ejemplo de lo que significa ser santificado, vivir según la verdad de Dios en medio de un mundo enfermo y moribundo.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Padre mío y Dios mío, te pido como Jesús lo hizo, que me guardes del maligno. Guárdame en tu verdad para que pueda glorificarte. En el nombre de Jesús. Amén.
Aplicación de vida
¿De qué manera estás cultivando el conocimiento de la Palabra de Dios para santificarte y protegerte del maligno?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

Despacio

 Tomado de: Entre café y libros Por María Lozano Te he amado en todos mis sueños, y en otra vida, en las nubes, cuando llovía. Las horas en ...