Tomado de: Alfonso De Caro
Por María Lozano
POR FAVOR LEE LA ESCRITURA: 2 TIMOTEO 3:1-17.De hecho, todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos, mientras que los malhechores y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero tú, persiste en lo que has aprendido y de lo cual te convenciste, sabiendo de quiénes lo aprendiste, y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe en Cristo Jesús..2 Timoteo 3:12-15.
Observe cómo Pablo pasa del tema del deterioro de la fe y del colapso moral al único remedio y cura para el creyente, la adhesión a la Palabra escrita de Dios. Como Pablo lo describe aquí, la defensa de un cristiano en una época de decadencia moral es un conocimiento profundo de las Escrituras, mientras que cualquier deserción de la fe que pueda ocurrir es posible sólo mediante el abandono de estos escritos, al menos en actitud, si no en hechos.
La Palabra de Dios ha estado bajo ataque durante muchos siglos. Como un castillo antiguo, ha resistido muchos asaltos. Hasta el siglo XVII, estos ataques fueron principalmente externos, es decir, fueron un asalto desde afuera por parte de hombres que intentaron destruir las Escrituras por métodos bastante directos. La historia está llena de relatos de quemas de libros e incluso del asesinato de traductores de la Palabra de Dios. Pero estos ataques externos contra la Biblia fracasaron por completo. En el siglo XVIII, los enemigos de la Escritura adoptaron un nuevo enfoque. En lugar de enviar soldados a atacar el castillo, los enemigos de la Biblia enviaron trabajadores —carpinteros, albañiles y seudo peritos modernistas— que vinieron a ofrecerse a remodelar toda la estructura. Dijeron, en efecto, que este es un edificio bueno y fuerte. Simplemente necesita un poco de renovación aquí y allá. Hay que moderniza la escritura, adaptándola a los tiempos que vivimos. Comenzaron a reorganizar la estructura del castillo de la Palabra de Dios. Drenaron el foso, derribaron el muro, quitaron las puertas y, cuando terminaron, todo era muy diferente de antes. Ya no había allí ningún castillo ni ninguna defensa para quienes buscaran refugio.
En cuanto a cualquier efecto permanente o duradero sobre la iglesia en su conjunto, este ataque de los que están en los púlpitos y los que se sientan en las cátedras teológicas de los seminarios fracasará y ha fracasado por completo. Porque Jesús dijo: “ Edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18b). Ninguna fuerza realmente derribará la Palabra de Dios; nunca debemos temer eso. Pero en lo que respecta a los individuos, es posible que estos ataques contra las Escrituras trastornen tu fe, y es sobre esto que Pablo advierte cuando le escribe a su hijo en la fe desde su prisión en Roma.
POR FAVOR ORA CONMIGO
Padre amado y Dios mío, ayúdame a permanecer firme en mi fe, convencido en que tu Palabra es el único remedio y cura para mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.
Aplicación de vida
¿Qué tan fuerte es tu fe en la Palabra de Dios?
¿Se ha erosionado tu convicción en la verdad de la Palabra de Dios como resultado de los muchos ataques que has enfrentado?
Te bendigo en el nombre de Jesucristo. Un fuerte abrazo.
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